Pocos temas en salud siguen siendo tan polémicos como el control de drogas y qué hacer con la marihuana. Estados Unidos ahora quiere tener una aproximación un tanto distinta: dejar de considerarla como una droga peligrosa.
A decir del presidente Biden, el considerado como el hombre más poderoso del mundo, "demasiadas vidas han sido destrozadas debido a nuestro enfoque fallido de la marihuana". En un video en sus redes sociales, el presidente Biden dijo Estados Unidos está dando el primer paso para reclasificar la marihuana como una droga menos riesgosa. No, eso no significa despenalizarla.
El procedimiento va de la siguiente manera: de acuerdo a Bloomberg, el Departamento de Justicia inicia el proceso con un aviso que puede recibir comentarios públicos durante 60 días. Después de ese plazo, tanto el Departamento de Justicia como la DEA deben llegar a una conclusión final sobre si la marihuana debe eliminarse de la lista de drogas más peligrosas.
De funcionar el movimiento, la marihuana sería considerada una droga a la par de la ketamina, los esteroides anabólicos y hasta la testorena, según retoma el Washington Post. Tener ese rubro le eliminará de ser comparada con drogas más fuertes como el LSD y la heroína, las cuales están clasificadas entre las más peligrosas por el gobierno de Estados Unidos.
Hay muchos beneficios de degradar el riesgo asociado al cannabis. No solo permitiría a investigadores formalizar sus operaciones y procesos de investigación, sino que la industria médica del cannabis también sería beneficiada. También daría un soporte federal para emparejar las legislaciones porque las hay de lo más diversas: mientras que en Columbia el uso recreativo es legal, en Kansas es completamente ilegal y la posesión de más de 30 gramos es un delito grave.
El caso México
La influencia de Estados Unidos podría surtir efectos en México. Aunque la ley ya no prohíbe el consumo de marihuana con fines lúdicos y la Suprema Corte ha eliminado la prohibición de consumo, no existen regulación y siguen siendo necesarias licencias para consumir que supuestamente debería expedir Cofepris.
Una y otra vez ha intentado regularizarse el cannabis en México. El Senado aprobó en 2020 el consumo, pero no despenalizó por completo la producción y comercio. Luego, en 2021, la Cámara de Diputados aprobó flexibilizar su consumo en espacios públicos e introdujo un permiso de autocultivo. Como las cámaras no se pusieron de acuerdo, ninguna de las iniciativas, aunque aprobadas, entró en vigor. Todos querían aprobar el cannabis y la industria, pero de formas diferentes. Lo que faltaron fueron acuerdos.
A propósito, ante la inminente renovación de la presidencia, las candidatas y candidato presidenciales en México han dicho que aprobarán una regulación. En numerosas declaraciones entre 2019 y 2021, todas han dicho que el consumo en México no debe criminalizarse porque, como lo ha dicho la Suprema Corte, el consumo está respaldado bajo el libre desarrollo de la personalidad.
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